Con la temática Rīvus, la 23ª Bienal de Sydney convocó a artistas contemporáneos del mundo a dialogar en torno a los ríos y vías fluviales y sobre el agua como un derecho básico.

La ciudad de Sydney se encuentra localizada donde antiguamente existía la nación Eora. Sus habitantes, el pueblo indígena Gadigal, destacaba por su conexión con la tierra y el agua. Como una señal de respeto hacia ellos, la 23ª Bienal reúne a proyectos que se refieren al agua como un derecho básico que está en riesgo por ser privatizada en un mundo globalizado. Se presentarán obras con temáticas de sustentabilidad, seguridad alimentaria, contaminación, biodiversidad, derechos de la naturaleza, consumo, entre otros.

La dirección artística de esta versión de la Bienal estará a cargo del distinguido curador colombiano José Roca, quien a lo largo de su vasta trayectoria internacional, ha sido conocido por su interés en relacionar el arte y la naturaleza.

“Necesitamos ser conscientes del impacto de nuestras decisiones y acciones en el entorno social, político y natural. Debemos darnos cuenta de que la tarea de los artistas y productores culturales radica no solo en concientizar sobre estos temas urgentes, sino en actuar en consecuencia. Debemos pensar en formas más sostenibles de hacer exposiciones, trabajar en colaboración con y para el público local y aprender de los pueblos que han vivido en armonía con la naturaleza”, dice Roca.

La Bienal

La Bienal de Sydney es una de las bienales más importantes y antiguas del mundo. Desde su creación 1973, ha destacado como un evento líder del arte contemporáneo internacional, donde se han presentado excepcionales obras de más de 1.900 artistas provenientes de una centena países.

Este encuentro es reconocido por contar con un exitoso programa de audiencias, que para muchas personas ofrece su primera introducción al arte contemporáneo. No es solo una exposición, sino una experiencia de la cual la gente quiere hablar, que reúne a las personas, las invita a reflexionar y sentirse interpeladas por su experiencia artística.

A lo largo de su historia, han recibido casi 1.8 millones de visitas. Para alcanzar este interés, entre sus estrategias, garantiza que todos puedan experimentar el arte contemporáneo de forma gratuita. Una señal de su éxito es que el 38% de la audiencia de la Bienal proviene de entornos socioeconómicos bajos entre los cuales un grupo importante son menores de 24 años. Por otra parte, tiene un alcance notable en el turismo, ya que un 47% de los visitantes provienen de fuera de Sydney, entre los cuales un 23% son visitantes internacionales.

La 23ª Bienal de Sydney se realizará del 12 de marzo al 13 de junio de 2022, y el pasado martes se anunciaron los 59 artistas participantes, entre los cuales destaca la artista visual chilena Paula de Solminihac.

Paula de Solminihac

Paula de Solminihac (Santiago de Chile, 1974) es académica de la Escuela de Arte UC. Trabaja una forma particular de escultura instalativa que involucra el uso de elementos blandos como la cerámica y la materia orgánica.

Su obra tiene una naturaleza archivística, tanto en el proceso investigativo tras el trabajo relacionado al fenómeno cosmológico y natural, como en el estudio del tiempo y en las capas de sedimento y significado de la forma en que las obras son producidas. La naturaleza de la materia y de los materiales es clave en la forma en que Solminihac concibe ya sea grandes instalaciones o trabajos más íntimos. Su trabajo expande la noción de escultura, y materia y el modo en que la abstracción puede tener significancia hoy en día.

 

Kamanchaka: el proyecto

Su proyecto que será presentado en la Bienal de Sydney está inspirado en muchos pueblos que conciben la naturaleza y el cosmos como un «todo», donde no existe la separación entre lo humano y aquello que no lo es, ni existe voluntad o autoridad sobre la naturaleza. Se integra, así, lo humano y lo natural en una «totalidad psíquica» actualizada mediante rituales de reciprocidad.

Este trabajo de la académica Paula de Solminihac busca homenajear las relaciones invisibles de mutualismo, simbiosis e interdependencia entre distintas formas de existencia, a través de la presentación de una pieza orgánica que ha ido absorbiendo, conectando y reproduciéndose en contacto con los medios donde reside.

La obra comenzó en abril del 2018, cuando la artista instaló un atrapanieblas en el desierto costero de Chile, intentando hacer visible la tridimensionalidad del agua.

El desierto de Atacama es el más árido del mundo; sin embargo, en sus costas, las masas de aire húmedo del océano Pacífico forman neblinas muy espesas llamadas “camanchacas” (vocablo aimara que significa oscuridad). El atrapanieblas ubicado en las ruinas de una antigua mina de hierro El Tofo, recolectaba las gotas microscópicas de la neblina antes que ésta se evaporara en el valle. Los primeros días de octubre de ese año, el atrapanieblas fue desmontado y lavado en el mar devolviendo lo que había tomado a su lugar de origen.

En 2019, la red que había sido el atrapanieblas adoptó la forma de una medusa flotante de dos cabezas, y fue exhibida en el Museo de Artes Visuales de Santiago (MAVI).

“Humus fue una exposición desarrollada en sintonía con los procesos de transformación y descomposición de materias orgánicas en el suelo terrestre, abordando la perpetua relación entre el arte y naturaleza y replanteando la labor del artista sobre los materiales y sus lugares de origen.”, explica De Solminhac.

En marco de la temática de la Bienal, la artista chilena busca advertir sobre los potenciales peligros que corren las aguas subterráneas por su uso indiscriminado. Para abordar esta idea, volverá a trabajar un atrapanieblas, teniendo en consideración las cualidades adaptativas que le permite situarse en distintos contextos, conectándolo cíclicamente, con la arquitectura invisible del suelo terrestre que construyen las lombrices.

“Aunque generalmente se piensa el suelo como una estructura sólida, sus intersticios son tan vitales como los espacios de una casa. La arquitectura que las lombrices van dejando a través del trazo de sus canales de circulación, permiten la formación de poros de almacenamiento para las aguas subterráneas, recurso hídrico invisible, que constituye la mayor reserva a nivel mundial de agua dulce para el futuro”, agrega.

Para la presentación de su proyecto en la Bienal, Paula de Solminihac contará con el Fondo de Apoyo para la Internacionalización de la Obra Artística 2021 de la Dirección de Artes y Cultura. Esta posibilidad se abre a todos los miembros del cuerpo docente UC interesados en presentar su obra artística en espacios de excelencia en el extranjero. Los interesados pueden enviar sus Cartas de Expresión de Interés en este link. 

Artistas chilenos(as) que han participado en versiones anteriores de la Bienal de Sydney: Juan Downey (1982); Juan Dávila (1982, 1984), Gonzalo Díaz (1984), Eugenio Dittborn (1984), Carlos Leppe (1986), Alfredo Jaar (1990), Ximena Zomosa (1998), Amílcar Packer (2004), Cecilia Vicuña (2012), Elicura Chihuailaf (2020) y Colectivo Ayllu, conformado por artistas de Chile, Argentina, Ecuador y Venezuela (2020).