La Flauta Mágica en la Escuela: premio ópera 2024, del Círculo de Críticos de Chile.

31 de Marzo 2025

La iniciativa fue tan exitosa que recibió el Premio a la Ópera 2024, otorgado por el Círculo de Críticos de Arte de Chile.  

 

El proceso se inició en el primer semestre con reuniones estratégicas entre los equipos directivos de las escuelas participantes, incluyendo directores y jefaturas de Unidades Técnico-Pedagógicas (UTP), y directores de coros y orquestas. “Al inicio de las conversaciones se sentía el escepticismo en sus miradas. Uno de los docentes más desconcertados era un profesor de música, que decía: ‘Mi proyecto para este año era montar una orquesta con guitarras eléctricas y batería… Yo no estoy seguro de que entiendo bien lo que Ud. me está proponiendo, maestra, nunca he visto una ópera’. Al finalizar el año era una de las personas más felices con la experiencia”, recuerda Miryam Singer.

El apoyo del maestro Juan Edwards y de la supervisora de coros Cecilia Barrientos, fue fundamental en esta etapa. “La formación profesional de los profesores de música privilegia la práctica instrumental más que vocal. Las nuevas mallas curriculares reflejan un desconocimiento de las característica del órgano vocal infantil. Los profesores no cantan, no cantaron cuando niños, y esa carencia exige instruirlos muy extensamente”, comenta Cecilia.

Durante la semana Objetivos de Aprendizaje Transversal, hacia el final del segundo semestre, todos los niños de enseñanza básica investigaron y realizaron trabajos prácticos desde las asignaturas de lenguaje, historia, ciencias, artes y visuales y música, con foco en La Flauta Mágica, con resultados sobresalientes de los profesores y los niños.

El trabajo culminó con la puesta en escena de la obra, en la que participaron los niños cantando los coros, tocando en la orquesta, asumiendo los roles solistas de los genios, desarrollando una coreografía de danza, junto a diez cantantes líricos y ocho instrumentistas profesionales. El día de cada función, la Ópera UC llegaba con sus 26 integrantes a un ensayo general con los niños. En menos de dos horas se lograba el afiatamiento mutuo y los niños, en un estado de focalización y concentración superlativo lograban seguir la batuta como si hubiesen tenido dos semanas de ensayos. La ópera se presentó en las escuelas y teatros comunales, bajo la dirección del maestro Juan Edwards.

Se llevó a cabo la experiencia en cinco escuelas de las comunas de San Ramón, Puente Alto, San Joaquín, Santiago y Maipú. La itinerancia en las escuelas concluyó el 3 de diciembre con una maravillosa función en un Auditorio Luksic, en el campus San Joaquín UC, completamente lleno de público, con presencia del rector Ignacio Sánchez y el decano de Educación Alejandro Carrasco.

Dos de las escuelas tenían un taller de danza, y una de las profesoras tuvo la idea de ofrecer su participación. “Fue un tremendo desafío para el grupo. Sumergirse en toda la organización, ir a la universidad, diseñar un montaje que contribuya a darle mayor dinámica a la obra… Las niñas se percataron que eran parte de algo grande” dice la profesora Margarita Garrido.

De acuerdo a Marisol Vega, exalumna de IMUC y soprano que canta el rol de Pamina, el programa es “de un valor incalculable”. “El poder prepararse durante todo un año, que esté su profesor dirigiéndolos, que puedan después tener ensayos con los músicos que vienen a hacer la ópera, los solistas, los músicos también de orquesta, todo lo que viene de afuera que es nuevo para ellos y también ven que hay más posibilidades de lo que ellos conocían”, expresa, Y añade: “es un mundo en donde se sumerge la familia completa, porque los papás también se emocionan, se preparan, ayudan, visten… se crea mucha unión”.  

Para los estudiantes del Instituto de Música UC (IMUC) la experiencia significó un importante desplazamiento desde la sala de clases al cumplimiento de un compromiso social frente a centenares de niños. “Fue una gran oportunidad de crecimiento, donde aprendí mucho de los niños de los colegios. Me hace muy feliz el resultado y la felicidad que causó tanto en los espectadores como aquellos niños que prestaron sus voces para este lindo proyecto”, cuenta Micaela Aqueveque, alumna del IMUC que cantó el rol de Segunda Dama en la ópera.